Esquiada a Puerto Ainé: Una experiencia inolvidable a las pistas

Todo va empezar muy pronto, a las 5 de la mañana, cuando subimos al autobús que nos llevaría de Tortosa hacia Rialp. Con el sueño todavía en los ojos, la emoción nos hacía olvidar el sueño. Éramos un grupo de alumnos de la ESO del Colegio Teresiano de Tortosa preparados para vivir tres días de esquí a Puerto Ainé.

Después de varias horas de viaje, con música, risas y chismes, finalmente llegamos. El primer día, después de alquilar el material de esquí, los monitores nos separaron en grupos según nuestro nivel. Alrededor de las 12 horas, empezamos a esquiar. Lástima, porque aquellos que no habían esquiado nunca pudieron disfrutar de las mismas pistas que los que ya tenían un poco de experiencia, pero igualmente disfrutaron mucho. La sensación de deslizar sobre la nieve fresca era indescriptible! Las caídas eran inevitables, pero todos nos
levantamos con una sonrisa y un grito de «otra vez!».

En la hora de comida, nos dirigimos al mismo restaurante donde pasábamos las horas de descanso. Cada día, la comida era variada y muy bueno, cosa que todos valoramos mucho después del esfuerzo físico. Después de comer, disfrutábamos de dos horas más de esquí antes de hacer el camino de vuelta hacia el hotel. Al acabar la jornada, se notaba el cansancio, pero las risas y las conversaciones sobre las anécdotas del día se escuchaban en el trayecto.

Los dos días siguientes seguimos un patrón similar, con alguna variación pequeña respecto al primer día. Nos levantábamos a las 7 de la mañana y bajábamos a almorzar en el hotel: Condes del Pallars. La compañía de nuestros amigos y la comida caliente eran clave para coger fuerzas para la jornada. Después del almuerzo, un autobús nos llevaba a las pistas, un trayecto de unos 30 minutos que aprovechábamos para comentar las expectativas del día.

Bien es verdad que fue una experiencia extraordinaria. No solo mejoramos nuestras habilidades de esquí, sino que también fortificamos la amistad entre nosotros. Entre caídas y risas, todos nos dimos cuenta que compartir estos momentos es el que realmente cuenta.

Sin duda, la esquiada a Puerto Ainé quedará marcada en nuestra memoria como uno de los mejores recuerdos de nuestra etapa escolar.